Málaga se suma a la red de ciudades del Sur de Europa ante la Turistización (SET)
Ecologistas en Acción
Manifiesto fundacional
En diferentes ciudades y regiones del Sur de Europa estamos viendo y viviendo movimientos de denuncia, movilización y resistencia ante los procesos de turistización que en ellas se están produciendo. Entidades y colectivos de estas ciudades (Venecia, Valencia, Sevilla, Pamplona, Palma, Lisboa, Málaga, Malta, Madrid, Girona, Canarias, Donostia / San Sebastián, Camp de Tarragona, Barcelona) hemos ido encontrándonos en diferentes eventos desde hace al menos un año y medio, con el fin de compartir e intercambiar experiencias y conocimientos.
- El más importante y extendido es el aumento de la precarización y de la reducción del derecho a la vivienda, debido a la dificultad de acceso a la misma y provocado por la subida descontrolada de los precios de alquiler y tolerado por las legislaciones estatales, afectando especialmente a la población de más edad y menos recursos; todo ello es consecuencia del ciclo de especulación inmobiliaria tras la crisis financiera 2008/2012 y la actual compra masiva de inmuebles por fondos de inversión e inmobiliarias, en buena parte para dedicarlos a uso turístico, modificando su función residencial y provocando gentrificación, desahucios y vaciado de barrios en una flagrante vulneración de derechos sociales.
- Encarecimiento y la transformación del comercio local mediante su especialización en usos turísticos inútiles para la vida cotidiana de las poblaciones locales, y que las obliga a mayores desplazamientos afectando especialmente a personas con movilidad reducida y/o edad avanzada.
- Masificación de calles y plazas, que dificulta la vida cotidiana de los residentes, disruptiva tanto en lo que atañe al descanso como al disfrute mismo del espacio público.
- Saturación de la red pública de transporte.
- Especialización de la economía de la ciudad en el sector turístico, tendente al monocultivo.
- Precarización de las condiciones laborales de la población, ya que los sectores turísticos (hotelería, restauración, comercio) presentan las peores condiciones laborales: bajos salarios, fraude en el número de horas declaradas en los contratos (cuando los hay), externalizaciones, etc.
- Alta generación de contaminación (aviones, cruceros, autocares…) y residuos debido al alto consumo, especialmente de usar y tirar, que caracteriza a la industria turística desregulada; uso masivo de los recursos propios —agua y territorio— y privación del derecho a un medio ambiente sano.
- Uso desmesurado y ampliación constante de infraestructuras (carreteras, puertos, aeropuertos, depuradoras, desaladoras…) que desfiguran el territorio, conllevan expropiaciones y suponen elevados costos para la población residente; estos procesos saturan accesos y provocan una competición por el territorio en la que sale perdiendo el acceso a actividades y servicios básicos: trabajo, escuela, hospitales, etc.
- Banalización de los entornos tanto urbanos como naturales, convertidos en parques temáticos; en los primeros vemos el expolio y la mercantilización del patrimonio, en los segundos, la eliminación de usos pesqueros y agrarios. El objetivo común es la explotación turística ilimitada.
Ante estos y otros conflictos, las poblaciones locales nos estamos organizando para defender nuestros derechos sociales, especialmente el derecho a una vivienda digna y asequible y el derecho a la ciudad. El trabajo colectivo en nuestras ciudades y territorios comienza a menudo por la visibilización de estos conflictos y la concienciación al respecto, la crítica al modelo y la denuncia de sus consecuencias, y continúa proponiendo alternativas al mismo. Queremos remarcar que algunas de las propuestas clave son: el establecimiento de límites a la industria turística, la adopción de políticas fiscales diferenciadas para vivienda y alojamiento turístico, la desturistización de la economía de la ciudad, o el decrecimiento turístico acompañado por políticas de fomento de otras economías justas social y ambientalmente. La afectación de estos problemas en las distintas ciudades no es homogénea sino diversa, dependiendo del grado de turistización que sufren. Así, vemos estados más avanzados y graves como pueden ser los de Venezia, Palma o Barcelona, con propuestas claras de cambio de modelo, y otras como Valencia, Madrid o Lisboa que, pese a encontrarse inmersas en rápidos y violentos procesos de turistización, pueden aspirar aún a alcanzar equilibrios mediante políticas de prevención o freno. En todos estos y otros temas, estas y otras ciudades hemos ido encontrando muchas coincidencias, y de manera lógica hemos comenzado a pensar en la conveniencia y necesidad de crear una red internacional de ciudades afectadas por la industria turística. Esta alianza de colectivos y movimientos sociales persigue, como cada uno de ellos en su territorio, sensibilizar a la opinión pública y presionar a las administraciones para una regulación de la economía del turismo desde criterios de sostenibilidad económica, social y ambiental de los territorios en los cuales se implanten. Nuestro objetivo, además de compartir apoyos y fomentar el aprendizaje conjunto, es extender esta lucha a otras ciudades y territorios, generando una voz plural y potente que sea crítica al modelo turístico actual desde el Sur de Europa. El presente manifiesto es un primer paso en la internacionalización de la lucha contra la turistización de territorios, tras el cual continuamos trabajando en el debate, la reflexión y la movilización conjuntas.